



La mayoría de los niños no se interesan porque nunca se les ha presentado de forma práctica y divertida. Cuando ven que el dinero puede ayudarles a lograr metas propias y tomar decisiones, cambia su actitud por completo.
La educación financiera sana enseña que el dinero es una herramienta, no un fin. Aprenden a usarlo con responsabilidad, a compartir, ayudar y planificar, reforzando valores como la generosidad y la autonomía.
Aquí descubrirás un sistema probado: a través de dinámicas familiares y ejemplos reales, la educación deja de ser teoría y se convierte en acción. El proceso está pensado para que cada familia adapte y aplique lo aprendido en casa desde el primer día
El evento es para familias, no para expertos. Padres e hijos aprenden juntos, se liberan de creencias limitantes y construyen una visión común basada en aprendizaje real y responsable
La incomodidad desaparece cuando el diálogo se hace guiado y desde el respeto. Aprenderéis a hablar y debatir sobre dinero sin tensión ni discusiones, creando un espacio seguro y útil.
El evento ofrece una base común para que ambos puedan guiar en la misma dirección, generando diálogo y coherencia incluso en distintas casas.
Las actividades y contenidos están pensados para adolescentes de 8 a 18 años, con ejemplos, juegos y dinámicas que facilitan el aprendizaje y lo hacen ameno.

